Constructor, destructor

¡Oh, pequeño José Luis, perfil de constructor, corazón de destructor!


Un día me vio  con su perfil, y construyo una musa delicada, angelical, pura y virginal.

Construyo un ser equivalente,
para poder hacerme frente.

Y al abrazarle sentia yo su calor y decia: ¡Oh, José Luis, mi constructor!.
No tengo explicacíon, será que uno siempre termina por seguir a su corazón,
y con las mismas herramientas, con las que construyo, creo una hermosa hacha, con la que destruyo a hachazos sobre los cimientos adulzados, despistados, y bombonosos de una mujer que nunca fué delicada, angelical, ni pura, ni virginal, achato con la verdad.

Destruyo con magnificencia
poco mas de lo que falsamente creo
con inocencia.

Corazón de destructor:
No hiciste mas que construir una barrera,
y destruirla luego,
para aprender a ver de frente,
a una mujer que no tiene nada de realeza,
cero sublime belleza,
nada mas que verdadera naturaleza.

Mis noches.

Noche de olvido...
negando el drama, la desesperanza, la matanza...
mi Madre oculta detrás de la cama, cantaba locuras,
cantaba desesperanzas, danzaba una danza que la calmaba,
la cansaba.
Y seguía olvidando.
Mas toda la noche cantaba y cantaba la misma Locura:

su desesperanza.

Y así paso la noche, y al despertar, mi madre dormía,
cansada dormía.
Y en sus sueños alcance a escuchar una melodía,
una melodía de paz, y armonía.
Había también un vaso tirado, el vaso, la flor mas hermosa de mi rosal
descansaba tristemente en el suelo. Era la última vez que se le veía tan hermosa,
su vida era realmente corta, y mi Madre no pedía nada. solo silencio, paz, calma eterna...
...la melodía que cantaba tenia una luz, una esperanza, me pedía perdón, discretamente
su corazón lloraba. Salte a su lado, la bese, y le dije que la amaba, que nada, nada, NADA
importaba, que su luz, perduraría como ella, no pediría nada, ni mi desaparición, ni nada.

Noche de olvido
negando el drama, la deseperanza, la matanza...
mi Madre oculta detrás del ropero canta locuras, canta desesperanzas, danza una danza que
me molesta, me cansa, la calma, la canza, y seguimos eternamente olvidando.

Ninguna pide nada, nos amamos, este juego de loca pelea perdura, nadie pide nada, ni mi desesperación


NI NADA.

manos

"Más que besarla, más que acostarnos juntos; más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso, eso era amor." -Benedetti

Señor,

hazme instrumento de tu paz.
Donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya sombreas, luz;
donde haya tristeza, alegría;
¡Oh Divino Maestro!
Concedeme

Que no busque ser consolado,  sino consolar.
Que no busque ser comprendido, sino comprender.
Que no busque ser amado, sino amar.
Porque dando es como recibimos;
perdonando es como Tú nos perdonas.
Y muriendo en ti es como nacemos a la vida eterna.

San Francisco de Asís.

Abandono

Me he desecho de todo lo que me sobraba

he tirado los zapatos que ya no me quedaban,

y aquellos libros que no leía,

también los que no entendía,

Me deshice de los adornos corporales

mis aretes y collares

los vestidos que nunca usaba

me deshice del espejo

de la televisión,

me he quedado con la radio

y con todo un dolor,

Elimine mis apuntes universitarios

y las cartas de amistad

he tirado todos los regalos

y hasta ciertos pensamientos de banalidad

y también deje la virginidad

me quede con 2 pares de zapatos,

y el cabello largo

algo de crema corporal

pero y este odio enardecido,

¿Como me lo puedo quitar?

Termine con amistades

que habían sido buenas en el pasado,

pero ya no mas

me quede con mis amigas y familia,

que amo cada día mas

pero este odio y esta furia

¿Quien me la puede quitar?

La hora de la Muerte

Cuando llego este poema a mi mente, llego una araña grande y negra, que parada en la pared, cerca de mi cabeza dormida, caminaba con sus patas también negras.
Las arañas no hablan, pero parecía que me decía:

DESPERTARAS A LA HORA DE TU MUERTE
 CUANDO MI VENENO SILENTE
PENETRE POR TU VENA INOCENTE

y he aquí el poema:

Despertar
a la hora de la muerte,
le llamo así,
pues han callado los sonidos
sosegado los movimientos,
y así cuando todos están dormidos,
es cuando yo
despierto mis sentidos.

¡Y DE NADIE MAS!

Soy mi propia puta,  ¡y de nadie mas!,
mi propia poesía,
soy mi todo,
soy mi amor.
soy mi propio odio
soy la forma de olvidarme del rencor...


Soy mi propio bebe
mi pequeño y dulce amor.